El triunfo de Italia frente a Inglaterra en la final de la Eurocopa volvió a arrasar en audiencias. Casi la mitad del país que estaba viendo la televisión anoche entre las 21:00 y las 23:45 aproximadamente disfrutaron de la exhibición de Donnarumma en la tanda de penaltis y del título de la selección de Mancini. Desde luego, un éxito descomunal en términos televisivos, pero que esconde varios matices: ¿se ha visto más que otros torneos?, ¿cómo ha afectado el consumo a través de plataformas como Mitele o la televisión en directo de Movistar+? Y, sobre todo, con la mente puesta en la Superliga Europea y ese discurso de que el fútbol cada vez interesa menos: ¿es cierto que existe una clara tendencia a través de la cual se demuestra que el aficionado medio cada vez siente menos atracción por el deporte rey? A través de los datos publicados por Kanter Media y un estudio del portal VerTele, trataremos de dar respuesta a esta problemática. Antes de nada, hay una realidad clara: la competición sigue interesando. Y mucho.
El Italia-Inglaterra sumó un 46,1% de share. Esto significa que de 1000 personas que estaban viendo la televisión, 461 consumían el partido. Esta audiencia únicamente incluye los 90 minutos reglamentarios, ya que, en términos televisivos, la prórroga y los penaltis están considerados como programas independientes. La prórroga acogió a 7,8 millones de espectadores y sumó un share de 49,4%. Finalmente, la tanda de penaltis fue vista por 8,7M de televidentes para un total de 55,5% de share. Por supuesto, no hubo color. ‘Mi hija‘, serie emitida por Antena 3, fue la segunda opción de la noche, con un 11,8% de share y ni siquiera dos millones de seguidores.
En frío, el dato parece descomunal. Entre todos los canales de la TDT, la mitad de espectadores eligieron el fútbol. Pero, en comparación con otros años, ¿ha tenido mejor dato este Inglaterra-Italia? Lo cierto es que no. Cabe recalcar que existe una clara tendencia a consumir televisión a través de otros dispositivos, algo que no está medido por Kantar Media, al menos a diario. Por eso, comparar el dato de este domingo con, por ejemplo, el Mundial de 2014, no conlleva conclusiones precisas debido a que no se vive del todo igual a como se hacía hace siete años. Otro dato a considerar es que es normal que la prórroga y los penaltis acojan a más televidentes, debido a la emoción de los minutos decisivos. Estas fueron las audiencias de otras finales, todas ellas emitidas en abierto:
–Mundial de 2014: Alemania-Argentina. Durante el partido sumó 10,7 millones de espectadores y un 64,9% de share. En la prórroga, 12,7 millones y un share del 67,6%.
–Eurocopa 2016: Francia-Portugal. Durante el encuentro, 8.123.000 espectadores y un 54,5%. Durante la prórroga, 57,1% y 9,8 millones.
–Mundial 2018: Francia-Croacia. No hubo prórroga, observándose así la caída en el número total de espectadores, pero no en el share: 57,2% y 8.247.000.
–Eurocopa 2020: Inglaterra-Italia. El partido sumó un 46,1% y 6,7 millones de espectadores. Durante la prórroga creció a 49,4% y 7,8. Los penaltis se lanzaron a un 55,5% y 8.748.000.
Entonces, ¿se ve menos el fútbol?
Como contamos anteriormente, las pautas de consumo en otros dispositivos han ido creciendo con el paso de los años. Por ejemplo, en el año 2008, no todo el mundo tenía facilidad para ver un partido desde la pantalla del ordenador o desde un móvil. Ahora, sí está al alcance de la mayoría de la población. Lo cierto es que es así desde hace unos años, aunque en 2016 o 2018 se podía hacer prácticamente de la misma manera de la que se hace hoy en día. Pero, con el objetivo de que las conclusiones no tengan que ver con las mencionadas pautas de consumo, hay que fijarse en el share. El share es el porcentaje de personas que están viendo un programa en televisión en relación a los espectadores que están viendo en ese momento la televisión. Por ejemplo, si hay diez personas viendo la televisión en todo el país y siete de ellas están viendo el informativo, su share es del 70%.
Así pues, en 2014, los 90 minutos iniciales del Alemania-Argentina tuvieron un 64,9% de share. Si olvidamos el Mundial y miramos únicamente la Eurocopa, el Francia-Portugal acogió en 2016 un 54,5%. Ahora, en 2020, el Inglaterra-Italia tiene un 46,1%. Es decir, ha bajado en cuatro años casi un 10%. Si comparamos con el dato más cercano, el Mundial 2018, atrapó delante de las pantallas al 57,2% de televidentes, un 13% más que la cifra actual.
¿Es la final un dato aislado?
Los datos de los partidos estudiados en estas líneas dejan claro que el fútbol, con matices, se ve menos. Podría suceder que el partido fuera menos atractivo que otras finales, por ejemplo. Por eso, siempre según los datos de Kantar Media y el estudio hecho por VerTele a raíz de ellos, cabe observar otros encuentros y ponerlos en comparación con los baremos de audiencia obtenidos en la Eurocopa 2020.
El partido inaugural es una buena referencia. Esta Eurocopa ha ido creciendo con el paso de los días por el espectáculo deportivo y todas las emociones que han generado las eliminatorias. Quizás por ello ha acabado dando un recital en términos de audiencias, aunque su comienzo no fuera el soñado. Desde el Mundial de 2002 al de 2018, ninguna Copa del Mundo ni Eurocopa firmó un peor arranque que la de 2021. El partido no era de altos vuelos, pero sí tenía un gran atractivo: Turquía-Italia. Sobre la base, al menos sí parece de más interés que el Rusia-Arabia Saudí del Mundial de 2018. Pese a ello, la audiencia fue enormemente mayor hace dos años. Estas fueron las audiencias de otros inaugurales, todos ellas emitidas en abierto:
–Eurocopa 2012: Polonia-Grecia. 21,3% y 2.169.000 espectadores.
–Mundial 2014: Brasil-Croacia. 43,5% y 8.436.000 espectadores.
–Eurocopa 2016: Francia-Rumanía. 33,8% y 4.490.000 espectadores.
–Mundial 2018: Rusia-Arabia Saudí. 27,1% y 2.842.000 espectadores.
–Eurocopa 2021: Turquía-Italia: 14% y 1.772.000 espectadores.
¿Y España?
La Selección de Luis Enrique comenzó el torneo sin tener un claro objetivo y a la expectativa de lo que estaba por suceder. Acabó cayendo en semifinales, con honor, gran fútbol y en la tanda de penaltis. España ha enamorado a todo el país, que ovacionó sin dudar el esfuerzo y el futuro que está por venir. Desde luego, en audiencias, arrasó. En la primera fase, el 51,1% de espectadores vieron los partidos. Un total de 7.082.000 millones de espectadores (recuerden, estos datos solo incluyen la tradicional visión sobre la pantalla de la televisión y no el consumo en MiTele, en otros servicios de televisión online o en otros dispositivos que no sean la tradicional TV).
Una vez más, fue la fase de grupos de España menos vista en share desde que se tienen datos de audiencia. Por ejemplo, en el Mundial de 2018, el 69% de los españoles vieron los malos resultados de España en televisión. En la Eurocopa de 2016, el 59,1%. En el Mundial de 2016, el 61,1%. Peores datos se lograron en la Eurocopa de 2008, con tan solo un 53,8%. Pero siempre por delante de la competición de este año.
Menos consumo de fútbol, pero…
Los datos no engañan. Se ve menos fútbol. Pero siempre hablando desde el consumo lineal. La mejor forma de comparar es con el año 2018, cuando la vida era prácticamente igual que la de hoy. En tres años, es más habitual ver a personas en trasporte público con sus dispositivos viendo una serie o un programa de televisión. Pero estos datos no son tan fácilmente medibles o, si lo son, no se comparten los datos a diario como hace Kantar Media con el tradicional visionado desde la pantalla de televisión.
El share y los datos de audiencia se miden a través de unos usuarios determinados, que responden a todos los perfiles (jóvenes, familias, rangos de edad…). Estos cuentan en sus domicilios con unos dispositivos que envían datos a la empresa receptora, que extrapola esos números al total de la población. La cantidad de personas es lo suficientemente alta como para que dichas conclusiones sean reales.
Pero también fallan y no tienen en consideración esos cambios de tendencia en la población. Un buen ejemplo fue el 0% de share con cero espectadores que marcó las Campanadas en cierto canal autonómico. No es cierto que nadie las viera. Más bien, la realidad es que ninguno de los receptores de televisión de dicha Comunidad Autónoma lo vio esa Nochevieja. Así pues, en este caso, hay un ‘pero’ importante. Si cada vez se ve más la televisión a través de dispositivos, los datos de audiencia publicados no tienen por qué implicar que se siga menos el fútbol. Eso sí, parece que algo de tendencia hay.
¿Por qué? Saquen sus conclusiones. El inaugural del Mundial 2018 tuvo 2.842.000 millones de espectadores. El de la Eurocopa 2021, 1.772.000. ¿Tanto ha cambiado el consumo para que en tres años haya más de un millón de espectadores menos? Y el share, de 27,1 a 14%. La misma pregunta en el aire. Otro ejemplo. En la Eurocopa 2021, en la primera fase, han visto a España por televisión, 7.082.000 espectadores. En el Mundial de 2018, en la misma ronda, 11.147.000.
Los datos sobre la mesa, para lanzar de nuevo una pregunta que no tiene clara respuesta. ¿Se ve cada vez menos el fútbol?, ¿interesa cada vez menos, incluso en abierto?, ¿cada vez hay menos personas dispuestas a pagar para ver por televisión a su equipo? Ese debate, abierto en el contexto de la Superliga Europea, sigue dando que hablar en el día a día.