Con todo decidido, a excepción de las grandes finales europeas, ya se pueden deslizando las primeras pinceladas de una temporada con un asterisco incluso mayor que la anterior. La pandemia ha colocado mascarilla a la afición, un prohibido pasar ante los tornos de los estadios y ha exprimido el calendario de tal manera que costaba saber qué jornada estaba en juego. Todo ello se ha superado y, con la curva de la normalidad in crescendo, hay varios futbolistas que han utilizado todas esas trabas como trampolín hacia su renacimiento personal. En AS queremos echar un vistazo a algunos de los más destacados. Aunque, como en todos estos listados, no están todos los que son, pero sí son todos los que están.
Entre Mánchester y Londres
Dejemos LaLiga español para el final, que la tenemos más a mano, y comencemos por un repaso internacional. En la Premier son varios los nombres que destacan en este respecto, aunque uno de los que mejor encarna el papel de Ave Fénix juega en el campeón y acompaña a Rúben ‘MVP’ Dias en el centro de la retaguardia: John Stones. El defensa era carne de traspaso en verano y los fichajes de Aké y el propio Dias junto a la presencia de Laporte sonaban a portazo a su futuro como citizen. Sin embargo, se ha erigido como roca indiscutible de Guardiola superando en más de 500′ (2.774′ contra 2.249′) al francoespañol.
Y sin salir de Mánchester encontramos a Paul Pogba y Luke Shaw. El centrocampista comenzaba el curso con la duda eterna de su futuro y poco a poco perdía incluso el cartel de titular, pero el «la relación Pogba-United se acabó» de Raiola pareció encender la llama de la confianza de Solskjaer en el campeón del mundo, que ha sido clave en el esprín final por el subcampeonato. En tanto que el lateral, discutido desde su fichaje, ha renacido tras la llegada en verano de Alex Telles para llenar el hueco que el exSouthampton no había podido lograr. ¿Respuesta? La mejor temporada de su carrera, con presencia asegurada en la venidera Eurocopa de la mano.
Pero en una pieza de este tipo no podía falta el Chelsea, que merece artículo propio. Tuchel la botella que Lampard dejó sin apenas gas hasta clasificarse para Champions y jugar la final de dicha competición ante el City. La derrota en la FA Cup ante el Leicester no puede nublar el trabajo de recuperación realizado. Y si hay un nombre cuyo paradigma cambió con el ex del PSG, sin olvidar a un meritorio Marcos Alonso, es el de Antonio Rüdiger. Sonó para el Barça como opción low-cost ante la falta de confianza de su técnico anterior, pero el alemán le ha dado las llaves de la defensa y ha sido un muro inexpugnable que sacó matrícula de honor en la semifinal de la máxima competición continental contra el Real Madrid.
La Ligue 1 como trampolín y bálsamo
Francia es nuestra siguiente parada y dos jóvenes cuya carrera estaba en barbecho son nuestros protagonistas. Año y medio después de llegar al Milan como una estrella en potencia, la llama de Lucas Paquetá se iba apagando hasta salir traspasado al Olympique de Lyon por prácticamente la mitad del precio que ingresó el Flamengo (20 millones contra los 38 pagados por los rossoneri). Les Gones han terminado en cuarta posición y el mediapunta brasileño ha sido fundamental en el esquema de Rudi García. Tercer máximo goleador y asistente del equipo, solo por detrás de Depay y Ekambi, con 10 tantos y 6 asistencias, el de Rio de Janeiro ha logrado incluso volver la selección brasileña.
Renato Sanches es el otro nombre a destacar. Aunque terminando el curso alternando titularidades y suplencias con el Lille que ha destronado al PSG en la Ligue 1, una lesión ha sido la culpable de su intermitencia y antes del percance físico recordó al jugador que conquistó el Golden Boy no hace tanto y que su paso por el Bayern había dejado entre interrogantes. Incluso el Liverpool llegó a mostrar interés por el centrocampista portugués cuando el curso amanecía entre luces y artificio.
Punto de mira recalibrado
André Silva y sus 29 goles y 10 asistencias con el Eintracht de Frankfurt no podían ser ajenos a un listado de este tipo. El portugués llegó entre campanillas al Milan en 2017 y tras pasos irregulares en San Siro y en su cesión en el Sevilla, en la Bundesliga se ha convertido en uno de los delanteros más en forma del planeta. Y si de delanteros va la cosa, Sébastien Haller también tiene cabida. El internacional con Costa de Marfil no logró encajar en el West Ham y en enero llegaba como el fichaje más caro de la historia del Ajax. Un error burocrático lo dejó sin Europa League, pero 13 goles y 7 asistencias en apenas media temporada demuestran que su pólvora ha perdido la humedad de la Premier.
LaLiga de la reivindicación
Por último, vamos a aparcar en España, donde el temporadón del Atlético de Madrid ha tenido a Luis Suárez y Marcos Llorente como sus máximos estandartes y maestros de la reivindicación. El centrocampista español ya dio pinceladas el curso pasada de querer despertar, pero ha sido este cuando se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de LaLiga tras no funcionar gran parte de la campaña pasada, su primera como rojiblanco. Mientras que el caso de Suárez es especial, como demuestran sus lágrimas, provocadas por la falta de confianza que le profesaron desde Barcelona. Ha respondido con goles de todos los colores, además de los decisivos que han terminado por encumbrar a los rojiblancos. Mario Hermoso también ha realizado un curso fantástico tras un estreno un año atrás con muchas más dudas que certezas.
En el Real Madrid, las lesiones han dado oportunidades a futbolistas discutidos y Nacho, Militao o Lucas Vázquez han logrado despejar las críticas para subirse al carro de la alabanza eterna. Uno similar al ocupado por Frenkie de Jong en Barcelona, pues después de no despertar en la temporada de su debut como blaugrana, este curso ha demostrado ser el centrocampista sobre el que debe cimentarse la sala de máquinas culé, aunque se espera un crecimiento incluso mayor por su parte. Y recordemos, otros tendrían cabida en este tipo de listado, pues han sido muchos quienes han utilizado la adversidad para mostrar fortaleza. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.