Sergi Roberto podría ser una de las grandes novedades en el once que presente Ronald Koeman para la final de Copa. El canterano sustituiría a un Sergiño Dest, que estuvo especialmente desacertado en el Clásico, cometiendo errores de bulto y desajustes tanto en ataque como en defensa, que obligaron al técnico holandés a sustituirle por Antoine Griezmann tras el descanso y cambiar asimismo de dibujo. Sergi Roberto salió por Sergio Busquets en el minuto 64, colocándose como interior derecho y teniendo a sus espaldas a Óscar Mingueza en el lateral derecho. Fue una reaparición agridulce tras dos meses fuera de los terrenos de juego: su rendimiento en el campo fue aceptable, pero se le notó su falta de ritmo.
De ahí que Sergi Roberto haya dado un paso adelante y este miércoles acudiera a la Ciutat Esportiva a ejercitarse pese a que el equipo tenía día de fiesta. El de Reus es muy consciente que si quiere postulares para una plaza en el once de la final de Copa tiene que apretar los dientes y recuperar el ritmo de competición y eso sólo se consigue entrenando y jugando partidos.
Parece evidente que la plaza de lateral derecho es todo un caramelo en la plantilla. El teórico propietario, Dest, no ha acabado de encontrar la regularidad deseada, mientras que Mingueza ha sabido hacerse un hueco, aprovechando la baja de Sergi Roberto. La apuesta por los tres centrales facilitó la entrada de los dos jugadores, tanto Dest como Mingueza, en el once, pero si finalmente recupera la tradicional línea de cuatro atrás, entonces la competencia por el lateral derecho se multiplicaría, al haber tres candidatos para la misma posición.
Parece claro que Dest es a día de hoy el gran perdedor de este pulso a tres, donde Mingueza y Sergi Roberto parten como mejor situados, con el factor a favor para este último de ser uno de los capitanes y contar con más experiencia para este tipo de partidos.
En todo caso, también Koeman tendrá que valorar cómo llega Sergi Roberto a la final: no hay que olvidar que en los últimos cuatro meses sólo ha jugado tres partidos, ninguno de ellos completo y que en el único que fue titular, ante el Granada (3-5) en los cuartos de la Copa, acabó recayendo de su lesión en el cuádriceps de la pierna derecha.