«Estoy muy contento con los que estamos«, resumía Vicente Moreno el pasado sábado, preguntado sobre sus expectativas de un mercado de invierno que, oficialmente, se abría este lunes. Dos serán los protagonistas capitales, de no mediar sorpresa, en esta ventana que el Espanyol espera que sea lo más tranquila posible. Por un lado, Raúl de Tomás. Por otro, la cantidad de 260.000 euros.
Es evidente que el nombre del ‘pichichi’ del Espanyol y de Segunda, con 12 goles, aparecerá en numerosas quinielas de clubes potentes, tal como sucedió ya en verano, pero diversos factores llaman a la tranquilidad a priori en el club perico. El principal es el económico, ya que vuelve a colisionar un contexto marcado por las restricciones derivadas de la COVID-19 con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros (ampliable incluso a 70 si llegara a jugar en la Selección) y la innegociable pretensión del club de retenerlo, es decir, no escuchar ofertas por debajo de los 30 o más millones.
Y todo hace indicar que también esa es la voluntad del jugador, con contrato en vigor hasta 2026 y que en verano podrá decidir con más tiempo, posibilidades y sabiendo si el Espanyol ha conseguido el objetivo único de volver a Primera.
Con De Tomás más dentro que fuera, el resto del mercado se define por esos 260.000 euros antes mencionados, que son la cantidad de la que dispone el club para copar los 45,34 millones de límite salarial de que dispone el Espanyol entre salarios y amortizaciones (que incluyen también, por ejemplo, al primer equipo femenino). Dicho de otro modo, a día de hoy es inviable que se aborde un solo refuerzo.
Y, entre Raúl de Tomás y los 260.000 euros –curiosamente, hace solo un año y medio era lo que ganaba el club solo por superar la eliminatoria de Europa League ante el Stjarnan islandés– se encuentra otra cantidad a la que debe mirar de reojo el Espanyol en las próximas semanas: diez millones. Es lo que tiene presupuestado ingresar en ventas de jugadores antes del próximo 30 de junio. La idea es realizarla cuando acabe la temporada, pero si surge una oportunidad de mercado, que no trastocara demasiado la plantilla, se plantearía este enero. Y todo volvería a empezar.