Manu García, capitán del Alavés, dio positivo en el test de antígenos el lunes por la mañana y se quedó confinado en su casa, por lo que será baja ante el Real Madrid este sábado. También Burgui, que contrajo el virus hace dos semanas y media y que está, igualmente, recuperándose en su domicilio. En ambos casos son asintomáticos y se encuentran con buenas sensaciones. Ni fiebre, ni dolores de cabeza ni problemas respiratorios por ejemplo.
El Alavés tenía previsto entrenar el lunes por la mañana para hacer una sesión de recuperación pero ésta quedó suspendida por precaución. El martes, día que iba a ser inicialmente libre para todos, se ha convertido en jornada de trabajo. En lugar de entrenar por la mañana, los jugadores de Machín lo han hecho por la tarde en la ciudad deportiva de Ibaia. El club tiene previsto entrenar ya todos los días de la semana.
Otro jugador que no llega al partido del fin de semana es Pere Pons, que sigue recuperándose de una fractura en un dedo del pie. Lleva varias semanas de convalecencia pero todavía es muy pronto para que pueda jugar. Y eso le crea problemas a Pablo Machín porque los dos se desenvuelven en la misma demarcación y, al margen de Battaglia, Pina y Jota Peleteiro, ahora mismo no hay alternativas para la medular. La única sería el joven Abdallahi, a medio camino entre el filial de Segunda B y el primer equipo. Es internacional mauritano pero aún tiene problemas con el idioma.
Los que ya están totalmente recuperados son Ximo Navarro, que salió hace unos días de molestias en el bíceps femoral y Lejeune, con sobrecargas. El francés, además, es el primer jugador del Alavés apercibido por cuatro amarillas. En caso de ver la quinta ante el Real Madrid se perdería el derbi de la semana próxima contra la Real Sociedad en Mendizorroza. Ese choque tendrá lugar dentro de dos domingos a las 21 h.