El culebrón en torno a la renovación de David Alaba sigue manteniendo en vilo al Bayern. Después de ver cómo el campeón alemán terminaba retirando su oferta tras meses sin llegar a un acuerdo con el austriaco, su padre, George Alaba, aprovechó el parón de selecciones para ofrecer su visión de las cosas a los medios de su país y culpó, indirectamente, al Bayern de filtrar mentiras. Su hijo estaría “decepcionado y herido por la cantidad de cosas falsas que se hicieron públicas“, fue citado George en la agencia de la nación alpina APA.
Mientras, no paran de salir a luz detalles de las negociaciones entre Pini Zahavi, agente del jugador, y la directiva del Bayern. Según informó en su día el diario alemán Bild, el representante israelí, que también lleva los asuntos de la estrella bávara Robert Lewandowski y terminó convirtiéndole en el futbolista mejor pagado de la plantilla muniquesa, enfadó de semejante manera al responsable del área deportiva del club, Hasan Salihamidzic, que el bosnio dio un golpe sobre la mesa y preguntó a Zahavi en “qué mundo vivía».
El motivo de dicha salida de tono fueron las pretensiones económicas de Zahavi y Alaba, que, según varios medios alemanes, rondaban los 20 millones brutos de sueldo. La planta noble del Allianz Arena intentó explicar al agente que se trataba de cantidades inasumibles en tiempos de coronavirus, a lo que Zahavi se impuso, tratando de dar lecciones a los directivos sobre posibles vías de enriquecerse en un futuro. Fue una de tres reuniones en total entre el Bayern y el bando de Alaba, la que terminó espantando al club que le convirtitó en jugador profesional. No parece que haya vuelta atrás.