Con prórroga y con sufrimiento. Con un gol de penalti, el 21º que han tenido a favor esta temporada, 14 de ellos anotados de forma consecutiva. Y con otro gol, el décimo, de Bruno Fernandes, como casi siempre desde que llegó al club en invierno. El portugués no falló la pena máxima y dio la clasificación al Manchester United para los cuartos de final de la Europa League, dejando por el camino a un competitivo Copenhague (1-0).
Los de Solskjaer dispararon cuatro veces al palo y les anularon un gol, de Greenwood, antes de adelantarse por 1-0 en el tiempo extra. No lo pusieron fácil los daneses, que gozaron de protagonismo en el primer tiempo por medio del jovencísimo Daramy, de 18 años, y rondaron el gol en la segunda mitad gracias al buen hacer de Falk, que volvió loco a Williams en la banda derecha. A pesar de que los diablos rojos salieron con un once casi de gala, a excepción de De Gea, habitual suplente en esta competición, carecieron de fluidez en ataque.
Sin embargo, la entrada de Mata puso la claridad que hacía falta. El futbolista español, que siempre lo ve más fácil, encadenó dos pases en la frontal del área y encontró a Martial, al que derribaron con falta. Ahí llegó el gol de la victoria, ese gol que tantas veces durante toda la noche evitó Johnsson, pletórico bajo palos, que retrasó una y otra vez la derrota.